Murcia se fundó en el año 825 por Abderraman II, quién aprovechó el caudal del río Segura, creando acequias para regar sus campos fértiles. Actualmente, Murcia es conocida como "La Huerta de Europa" por todos los productos que nos ofrece.
La Glorieta de España, con su forma prácticamente rectangular, ocupa el espacio entre el Ayuntamiento y el Palacio Episcopal. Se trata de un espacio abierto y ajardinado, donde las flores, palmeras, naranjos y fuentes, recuerdan los tiempos de este lugar ocupado por el Palacio del Príncipe.
La Plaza de las Flores: Uno de los lugares más vividos e imprescindibles del casco antiguo. En sus inicios, aquí se encontraba el edificio de la Carnicería Mayor, donde además instalaron pequeños puestos de flores para ofrecer sus productos a los compradores de carne. Alli se encuentra una de las esculturas más fotografiada de Murcia, "La niña de las Flores".
Un pez grande en bronce flota en el río Segura junto al Puente Viejo. La monumental sardina rinde homenaje al entierro de la sardina, tratándose de una Fiesta de Interés Turístico Internacional. El monumento se construyó gracias a un proyecto de la Agrupación Sardinera de Murcia. Fue instalada en 2007, pesa 10 toneladas y mide 25 metros de largo.
La Catedral de Murcia (S. XV), es el corazón e icono de esta ciudad. Su fachada principal, realizada por Jaime Bort, es joya del barroco internacional de excepcional belleza, mientras que su interior es renacentista, y en gran parte gótico. Se construyó gracias a la ayuda del Cardenal Belluga, Cardenal en Roma y gran benefactor de la ciudad, al que se le dedicó la plaza sobre la que se levanta. Su majestuosa Torre mide 90 metros de altura, 95 con la veleta, lo que la convierte en la segunda más alta de España, tras la Giralda de Sevilla.
En la calle Trapería, es donde está el Real Casino de Murcia. Un monumento espectacular de estilo ecléctico, construido en 1853, considerado como Bien de Interés Cultural.
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