Tiene un poco más de 40 metros de altura, a través de nueve puertas que simbolizan la diversidad de razas humanas y su unidad esencial. Se puede acceder al salón central que tiene una capacidad para 2.500 personas. Alrededor del edificio hay varios paseos con bonitas balaustradas, puentes y escaleras que alrededor de nueve charcas representan las hojas que flotan del loto.
Es el principal templo de la fe Bahai, la más reciente dentro de las religiones independientes del mundo. Su fundador Bahá´u´lláh (1817 - 1892) está considerado por los seguidores de esta fe como el más reciente mensajero de Dios y su mensaje dice que la humanidad es una sola raza y que el día para la unificación y para una sociedad global ha llegado. Existen en todo el mundo unos 5 millones de seguidores de la fe Bahai, que tienen representaciones en la mayoría de los países, razas y culturas.
Las celebraciones que se realizan en el Templo de Loto son para todo el público. Se reza, se medita y se leen las sagradas escrituras de Bahá´u´lláh y otras religiones del mundo.
El arquitecto del Templo de Loto pensó que su diseño no podría haber sido ejecutado en ningún otro lugar, ya que es poco común encontrar la combinación de artesanía tradicional, orgullo en el trabajo, empatía por lo espiritual, perseverancia y paciencia que se pueden encontrar en la India.
Acabamos nuestro particular viaje por la India, dando gracias a Jesús y a Iowa por llevarnos a uno de los países más místicos y espirituales del planeta Tierra.
Lo guardamos en nuestras maletas llenas de jabón, junto con una de las mejores frases de Mahatma Gandhi: "Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre".
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