Como dice el lema Guinness "lo bueno se hace esperar" así que Myriam, cuando vuelvas a Madrid, nos tomamos una Guinness juntas. No será igual que en Irlanda, pero casi.
¡Cerveza Guinness! Si, es mi cerveza preferida. Rica y cremosa. Peculiar color negro. Final aterciopelado. Esta cerveza icónica está definida por su armonía. El dulzor contrarresta el amargor cuando aparece la malta para mezclarse con una base de cebada tostada. Su inconfundible capa de espuma se posa sobre la cerveza negra, y los sabores combinan perfectamente. Verdaderamente única.
A continuación vemos muy hermanados a El hibisco rosa y la cerveza Guinness, algo que me hace sentir muy bien, y hace plantearme crear un jabón de cerveza Guinness. Ahí lo dejo, le daré una vuelta.
También somo testigos de cómo se debe tirar una pinta de Guinness. Todo un ritual, ver bailar la cerveza y la espuma en un color indefinido, hasta que se asientan el blanco y el negro más perfecto.
En el centro de Dublín, hay una estatua de Phil Lynott, famoso músico inglés, criado en Dublín. Lideró la mítica banda Thin Lizzy durante muchos años como bajista y vocalista.
Esta estatua está concretamente en la Calle Harry, cerca de la concurrida y comercial Calle Grafton. Se encuentra frente a la cafetería Bruxelles, y lleva allí desde 2005.
Myriam inmortalizó de forma fantástica a un irlandés con su kilt o falda típica irlandesa, y con un pin en su chaqueta con forma de shamrock, uno de los símbolos de Irlanda. Se trata de un trébol verde de tres hojas, con notas mágicas y legendarias, propias de la tradición celta. Este irlandés tan simpático, sostiene uno de nuestros jabones, y nos hace sonreír a la fuerza.
Mil gracias Guinness por existir y millones de gracias a Myriam por llevar en tu bolso un jabón de El Hibisco rosa en tus viajes.
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