Desde bien pequeña me ha chiflado ver fotos de la boda de mis padres.
Mi padre parece un príncipe del cuento más romántico con su uniforme de gala y mi madre, muy elegante, luciendo tipazo y un ramo de camelias blancas impresionante. No me canso de mirarlas, tan jóvenes, tan guapos.... mi padre con una sonrisa picara que le delata y mi madre, su cómplice.
El año pasado guardé en un tarro de cristal lleno de un estupendo aceite de oliva, pétalos de mi camelia. Mi camelia está en un lugar muy especial, es la planta que recibe y despide a todo el que viene a mi casa. Es una planta con historia.
Y no solo en mi caso tiene historia, resulta que la camelia, también llamado "el aceite de oliva de Asia" ha sido utilizada de muchas maneras durante siglos. Su aceite tiene numerosas propiedades beneficiosas para la piel.
Ayuda a eliminar marquitas de acné o manchas, previene arrugas y si ya existen, ayuda a alisar la zona, ayuda a mantener la piel firme y elástica.
El aceite de camelia renueva la piel, la hace más luminosa y suave.
Contiene un alto contenido en vitamina E (antioxidante) ayuda a proteger la piel de los daños externos y el envejecimiento.
Hoy hace 49 años que mis padres se casaron. ¡Muchas felicidades! El lanzamiento del jabón de camelia, es mi pequeño homenaje para celebrar vuestras casi Bodas de Oro.
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