Javier y Cristina es una de mis parejas preferidas, amigos que llegaron hace años para quedarse. En su maleta nos llevan a Huesca, una provincia que me trae muy buenos recuerdos de juventud y en la que se respira, se come y se disfruta de una forma indescriptible y de la que todos deberíamos conocer un poquito más.
En concreto, nos llevan a uno de los monumentos más singulares que podemos encontrar en Jaca, su Ciudadela, o Castillo de San Pedro. Su increíble planta es un pentágono regular, completamente rodeado por un foso. Esta ciudad de piedra, fue construida estrategicamente en época de Felipe II, para su defensa de las tropas que llegaban del sur de Francia. Aún hoy, se conservan en su interior los cuarteles, polvorines y túneles. Su entrada es espectacular, a la que se accede a través de un puente levadizo, manejado con contrapesos y cadenas. Un monumento único y un referente mundial en arquitectura militar.
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